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miércoles, 19 de marzo de 2014

NO ES DÍA PARA DECIR ADIÓS.



Hoy no es día para decir adiós. 

Un trozo de nuestro corazón se desprendió desgarrado por perder a alguien tan importante como él. Una luz que nunca pensamos que dejaría de brillar, incansable e incesante en nuestras vidas supo que se tenía que apagar y por fin descansar.

Esos ojos vivos se cerraron por última vez para abrir en nuestros recuerdos tres valores que siempre lo quisieron representar. 

      Esfuerzo, Dedicación y Amor.

Esfuerzo por trabajar de sol a sol desde que fue persona, con esas manos de chispa y cloro que nunca supieron decir basta. Dando un sentido único a lo que significa levantarse cada mañana.

Dedicación por sus profesiones, sus amistades y su familia. Cargados a su espalda sin descanso ignorando lo imposible y acompañado siempre de optimismo y alegría. Con la cabeza bien alta y alimentando nuestra felicidad sin descanso, pues ese era su verdadero objetivo.

Y amor a su gente y a su sangre; hermanos y mujer, hijos y nietos siempre desbordados por su atención y su cariño, siendo el culpable de arrancar millones de sonrisas grabadas en la memoria.

La memoria que aún está conmocionada negando el presente y mojando de lágrimas esa silueta delgada que nunca fue capaz de albergar toda su bondad y corazón. 
Con la misión más importante de revivir el resto de nuestros días su sonrisa, sus chistes y tarareos, culpables de haber conseguido endulzar esta vida que a veces nos castiga.

Por lo tanto, hoy no es día de decir adiós. Es el día de dejar marchar su luz para repartirse en todos nuestros corazones y ocupar ese vacío que lleva su nombre. Un Alfonso con mayúsculas que complementará estos corazones inválidos para hacerlos más fuertes.

Y nunca más pensar en decirle adiós sino Bienvenido.


Bienvenido al resto de mi vida, a tu apoyo y tu alegría que nos dará valentía. Bienvenido a mi buen y a mi mal día y a agradecerte con valía apreciar cada minuto que tuve tu compañía.
Bienvenido abuelo a mi corazón, que siempre será tu hogar de adopción.


Y lo que ha logrado unir que viva siempre en eterna fusión.




sábado, 1 de marzo de 2014

ENLUTA LA GUITARRA.








Llorando hiel a puro desgarro
esta el alma de lo que es Arte, 
perdiendo fisonomía en gran parte
y dejándose la piel hecha guijarro.

Guitarras y cajones quedan muertos
obrando al flamenco sordomudo,
y las gargantas perdidas en desiertos
con las cuerdas vocales en crudo.
 
Genio abrumador, ahora es inmortal
dejando orgulloso el listón imposible.
Con él, tientos y bulerías en fusión orbital
abandonan la tierra en un dirigible,
rumbo a los cielos del cante ancestral
volando hacia su reinado inamovible.

Compartirá corona fehaciente
con su mitad de escenario y corazón
hermano de tablao que marchó impaciente,
su mitad flamenca, el gran Camarón.

Ambos reencontrados reinaran en solitario
cobijaran en las nubes a un sin fin de estrellas
dando a luz una fiesta sin calendario
portando al alba de la luz más bella.

Y Entre Dos Aguas emanará sin reparo
inundando con su melodía de Madrugá,
llegando del mar a Punta del Faro
y con Llanto a Cádiz y  la lagrima cargá.

Desde la cuna del mezcal y tequila
el grito gitano cae, desfallece...
culpa del tiempo, carnicero que mutila
su melodía de cuerda que nos mece.

Verso fúnebre sale a puerto de Cancún
lugar de cobijo en su última morada
con su piel mortal sin descanso aún
deseando yacer en su Algeciras soñada.

Explotan las gamas de grises
cubriendo el cielo de Andalucía,
todas las condolencias que precises
son para ti, maestro Paco de Lucía.

Su pellizco a las cuerdas perdurará,
en la brisa del aire hasta a ti viajará
y en tus entrañas el acorde por siempre pernoctará...






Hasta siempre Maestro.