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jueves, 31 de julio de 2014

PIDA POR ESA BOQUITA...









Viva España, viva el Rey, viva... el referéndum a granel.

De pequeños nos frustrábamos por intentar discutir con nuestras madres el no ir al cole para quedarte en casa jugando con los regalos de reyes… de pequeños. Algo normal cuando derechos y deberes no está en su razón. 

Lo cómico es cuando el resultado es similar en un país entero que se enfadada y no respira porque de repente apesta la monarquía y se debe erradicar ya, no vaya a ser que se nos pase el calentón.
Para eso habría que conocer las reglas del juego al que todos quisimos pertenecer, el juego de la Constitución. Esto es algo muy serio, no se puede cambiar de antojo como se saltan las normas del Tute en cada mesón. 

Si uno no quiere Rey que vote al partido que no lo quiere, si uno quiere independencia ídem; basta ya de reclamar opinión cuando la voz del ciudadano esta en las urnas, sordas con más del cincuenta por ciento de abstención. Esos días en los que la gente busca mil excusas para no ejercer su deber y acaban de tertulia o merendola cambiando su voz por un día de relajación.

Salimos a la calle con la antorcha en la mano porque está de moda ser republicano, el mismo que vive su realismo en la cuna del consumismo. ¿Somos consecuentes o niños de rabieta rechinando los dientes? El ideal político es fiel, con ADN propio e intransferible, aunque nos empeñemos en mostrar un interés voluble que baila “La Yenka” según marca el ritmo nuestro rasero tan flexible. 

Damas y caballeros esto no es un juego, y para elegir solo hay un camino a seguir. Y si la pose es de llorón pues con cojones reclamar un cambio de constitución. Ya está bien del "Ahora sí, ahora no", de pedir sin compromiso y no luchar por el cambio, con canciones de patio como “el político esta para eso que ya tengo yo bastante con trabajar" anclados en la sin razón.

Porque esto no es la televisión, con 12 referéndum 12 causas y cada mes pedir por esa boquita o entramos en la revolución. ¿Seguimos gritando al aire o ponemos una solución?

EL GEN PERDIDO





Erase una vez una desaparición, originada en la evolución de la especie humana. Mas particularmente en el campo visual, alojado en la superficie del globo ocular.

 A lo largo de los siglos en los que fue sacando ventaja a la hora de evolucionar fue ganando y perdiendo aplicaciones dibujando un genoma cada vez más complejo, más humano. Aquellos que acabaron saliendo de la ecuación fueron consecuencia de la propia adaptación de la especie, de su entorno. Otros sin embargo simplemente llegaron tarde a la convocatoria y quedaron abandonados hasta desaparecer.

Esta característica sin nombre formó parte de los seres humanos, mas particularmente de su vista, hasta que un buen día dejó de aparecer abrumada por su egocentrismo. Una fina capa de proteínas compuesta de esperanza y empatía era la encargada de dar otro enfoque; algo así como la encargada de ver "el lado bueno de las cosas", característica indispensable en todos los logros morales que cosecharon y dieron forma a la sociedad actual. Con el mismo estigma que hoy en día posee el meñique del pie, cuando se quiso echar cuenta esa membrana se había esfumado. Volatilizado. 

A fecha de hoy se ha perdido ese dogma de fe capaz de disgregar los talentos, de alargar la vida en proyectos imposibles y de encontrar las flores que crecen en la basura. Porque ahora todo está estipulado. El rasero es más estricto que nunca y la exigencia es neonata. Las vidas no son vidas si no son perfectas y los sentimientos... los sentimientos salen a la luz con fianza y aval.

Claro está que hubo un momento en el que perdimos el norte e instauramos el tener todo con carcasas de oro y lentejuelas, sin reparar en lo que contiene.

Rechazando el instinto de aprendizaje por ensayo y error. Involucionando para ser mas vagos de corazón. Pecando de comernos un mundo diurético y desnatado.


El velo Cañí.





Nuevas mañanas, hoy de gris y mojadas como miles vistas en la vida, mañanas de ajetreo con banda sonora de voces del recuerdo, antaño reconocidas por la nota comunicativa a lo Gabilondo o del Olmo, padres de las mañanas Españolas acostumbradas al madrugón.


Con una vomitona de noticias que antes llamaban nuestra atención y ahora dan música a la burra mientras allana la tierra. Jugando a desinformar y a cambiar la verdad por la alfalfa que llena las tripas y "valerianiza" las cabezas. ¿Y qué? Si como decía aquel ya está todo hecho; ya nos hemos convencido de no hacer más allá de lo edificado, son como el sueño americano con olor a jabugo y sabor a derrota.



Hemos gastado toda la energía en agotar las paciencias de lucha y en educar a las generaciones con un “yo me partí la espalda con tus derechos" o un "esto es lo que hay". Y no señores. La lucha es continua, el cambio es necesario y la venda en los ojos somos las propias personas quienes abusamos de ella haciéndola partícipe de nuestra justificación diaria.



Nunca va a ser igual que ayer y no por eso se deja de pensar en mañana. Se pierde el tiempo cada día comparando lo que fue o lo que pasó sin ver que el futuro no es ni parecido, negando un cambio obligado para aprender a vivir con otros zapatos pues los puestos están desgastados.



No es política ni religión, ni ideales ni formación. Es cambiar el punto de vista para todo y dejar que llegue la evolución.

Y el que quiera que lo lea, lo critique o que le importe un mojón.



Qué bien y qué bueno que todavía es gratis la libertad de expresión...