El Cauce de Indignación.

Virtud en desaprovecho,
en yugo al vivo muy cerca, casi pegado al cuello.
No respiras y jadeas,
ahogo justo para soltar la correa.
Y mañana vuelve a tirar a estrangular hasta saturar el lagrimal.
La aorta.
Gran hazaña psico-laboral; no afiances si no compite,
no perdones y destruye,
como lobos a robar la carne del más débil,
como aprende un ex convicto a olvidar la confianza.

Nunca se debió endiosar lo mundano, no es tu labor.
No creas, la efectividad no es la ausencia de tu rasgo personal.
el autómata, el yonqui cojo de la pata humillada, el niño a puertas de la iglesia.

Ese es tu trabajo de educación británica. Especialistas en ti.

Mi Musa de Vida.

Llevar de las manos a la silueta imantando el sentimiento
de una médula que serpentea,
fotogramas de un laberinto de neón que concede
la llegada a tu cuarto secreto.
Creando deseo y el amor de los gestos que improvisas,
y devolverte la cuerda de apoyo... cada mayo.

Cada vez que está el abrazo cuando caen lágrimas,
en la esperanza que traza el dúo de naranja y madroño,
en tu escenario y en mi libreta... y no
querer más que saciarme por quererte.

Dulce como el Chocolate.

Un primer aliento en aroma espeso
denso el manto de papel,
en verde esencia que tumba
revuelca y sonríe a mis dientes,
locos y burlados a caladas.
Castigo al alma herbívora
de goma sellada y curvas hablando en voz baja.
Paso melaza que empalaga, no acompaña el gesto brusco al salto osado del sol,
en su calor naranja y en su mano que lo crea.

...prende la primera ceniza
para hacer llegar al vicio,
desmayado y pleno en un Nirvana.

Mundo de Ozono.

Orbe que recia a los inquilinos
y extingue la savia de un núcleo batido.
A lo largo de carreteras y esdrújulas
se ve asolada al cosmorama,
y el último baile anuncia en cartelera
en penas y por tierra,
al desborde homínido que desgasta el globo.

Sale a caminar la tierra en su estrago.

Se oirán carcajadas de la evolución
e impuesto el universo en zona cero,
quien si pudo criar los mundos
que forma suelos su materia,
es voyeur de mañana y principio
por cientos de planetas que inertes y devastados,
al siguiente día,
sale a caminar la Tierra en su estrago.

Síndrome Urbano.

Ya se hace noche en la calle de
la luz inmigrante y letras de caras en negrita,
y embrión de las aceras que gatea en los pies de las casas
hacia el puerto que evaporaba la espuma del caucho.
El ruido... no vuelve ni el eco avista
del aliento que espera la muda en discreto,
en un baile sin talones y otros susurros manchados de teja industrial.
Almacén de objetos
perdidos
en la tonalidad del cemento y un roble de metal,
pensando emocionados en su último cuarto de noche narcótico.

Actividad Conmocionada

Su movimiento, música de puntillas
y goma caliente,
saciada a gotas de sudor
fluyendo densa circulación
en caderas, muslos,
en el botón de su vientre.
Resbalando movimiento a vista
de su pecho en ente,
y el vértigo en labios de brillo viscoso
de imagen censurada.

Hay ritmos y pasos enérgicos
amando su baile demente.

Hipnótico y cruel
violando mis toscos deseos,
en mi obsesión
a no mirar su movimiento.