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miércoles, 10 de junio de 2015

POSTUREO MOLOTOV



Extremo. Con el objetivo visual en blanco y negro. Sin medias tintas. Activo. Inestable...
Ya está listo. Es el Pensar  Activista. Reciclado para nuevas plazas y preparado para desterrar estereotipos de pose y vestimenta. Cargado de sorpresa pues se camufla a la perfección, esta claramente instaurado en nuestro mundo.

No hace ascos, se desenvuelve en toda escala social. Y con cualquier pensamiento político puesto que no distorsionan como antaño contradicciones morales. Puede ser de izquierdas y consumista, o de derechas y pobre. Y quizás sean esos paradigmas los que disparen ese nacer del nuevo y reciclado Activista.

Con miras muy cortas, intransigencia orgullosa, palabras afiladas y ausencia completa de comprensión o de una conversación tranquila y dinámica, es un auténtico depredador.
Como cualidad, vomita con gran caudal unos discursos de foro sin pausa y con una severa convicción; muy aleccionado de haberlo repetido tantas veces que disfruta de la perfección vocal del sermón feligrés.
Acostumbra a oír y no escuchar. Se prepara a contrarreloj para saltar sobre el comentario oponente nada más finalizar, emulando a un profesional de la lucha libre esperando su turno.
Pero tiene su lógica, como molde repostero tiene mucho hueco que tapar. Las carencias, muy a su pesar, son el tótem del activista. Una gran capacidad ya sea emotiva, inteligente o perceptiva se ha cultivado a ciegas con resultados reactivos. Todo ello mezclado por el exceso de información sea o no contrastada. Bendito internet y benditos programas tertulia...
Y a los puestos de salida.
Como horda de Orcos de la Tierra Media están listos para mezclarse en la urbe; salpicados entre la cola de la panadería, los bares de parroquianos, la caja de un súper, la sala de espera del Insalud, el banco... hasta en el pasillo de un tanatorio, ahí de pegote repentino, listo para empujarnos a dar al botón que acciona el caldero de aceite hirviendo para verter sobre sus hombros.
Son la plaga Marca España. La otitis fantasma del ciudadano medio. La hemorroide que se inflama en un vuelo transoceánico y te toca el asiento de en medio.

Porque aquejan todo y todo lo saben.

Porque siempre opositan a ser el muerto en el entierro, el pepino en el  Gin Tonic, el supositorio en el atasco y el MIOLASTAN en las cervicales. Menos mal que, por suerte, luego tienen casa y se desconecta. Ojalá y con la posibilidad de arrestos domiciliarios.
Su Talón  de Aquiles : sonrisa Pantoja e ignorancia de libro, se desinflan.

Nunca avivemos su fuego con argumentos, son inútiles.
Y tranquilidad.
Están perfectamente instaurados; de rarezas pasando por  Guetto y acabando en importante minoría, siguen creciendo entre nosotros. Pero ahí están, y está de más decir que ya llegaron para quedarse.
Solo queda decir por mi parte "A sermones Activistas, oídos sordos".

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