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martes, 3 de diciembre de 2013

HOY ME HE LEVANTADO POR LA MAÑANA…







... y dudo si estoy a la moda. En la "onda". Cargando pilas previo kit completo mañanero (ducha, desayuno continental y pitillo) y haciendo honor a la vida sedentaria, vas un buen día vestido de mentecato, creyendo ser patrón de tu vida, y te aparece un imberbe de 2'20 cm de altura cual espíritu navideño. De orígenes hawaianos y con brotes de agresividad nivel “hermano mayor”. Representando la vanguardia con pedigrí y amenazando tu existencia pues, querido compadre, estas caduco.

Berreando jergas exóticas tales como "trending  topic" o "twitéame", destrozando los cánones de la buena conducta e invitando cortésmente a todos los miembros de la real academia a inmolarse en un chiki-park. Y en algo han evolucionado; 45 grados de inclinación postural, emulando a Cuasimodo, con el smart pone de epicentro y los auriculares integrados. La música de fondo es un compendio de voces exageradas de karaoke con la base de un éxito de los 60 violado por un DJ... Todo ello aderezado con ropa vieja o rota, que antes era para Caridad y ahora es vintage. ¿Ha de ser absurda por fuerza una moda? Porque comprarte un par de deportivas que hace diez años se compraban en el rastro a granel, y que ahora la marca de turno las despacha a 120 euros para luego ensuciarlas porque es moda, roza lo absurdo. 

Algo que 20 años atrás significaba una señora hostia de tu madre, por cargarte las zapatillas nuevas, hace ver que algo está fallando ¿Y el pantalón metido por dentro del calcetín es por algún motivo particular? ¿Humedad? ¿Insectos? Debe pertenecer a ese rincón de lo inexplicable llamado Moda. Como ese “Deja vu” que a veces nos acecha viendo modas pasadas floreciendo un par de años, como por ejemplo: la hombrera, el  calentador, la palestina, el pantalón violador… Si eres rebuscado, parece que están rebañando excedentes de almacenes. 
 
Todo mezclado y batido sin saber bien lo que representa. Con un maravilloso stock de tiendas/palacios abandonados con mogollón de ropa, creada de mano obrera denunciable, a precios irrisorios y atendidos por un puñado de mal educadas que parecen  venir de fiesta, aderezando todo el establecimiento con música de “after” bien alta. Si estos establecimientos tuvieran parking estaría atestado de coches tuneados con los maleteros abiertos…  Es el plan perfecto de una dictadura de dibujos animados, todos vestiditos con la misma ropa.

La dificultad media se supera cuando logras ver la zanahoria virtual que nos cuelga de la cabeza, y nos obliga a llevar el camino de turno. Una vez superado esto, se empieza a percibir de inmediato como los hilos de marioneta pueden ser capaces de utilizar un zurullo de plástico como complemento estrella  de la nueva colección. Si te compras el zurullo, estas dentro.  La musa de las tendencias esta ebria como una cuba fornicando en la plaza del pueblo.  En conclusión, creo que no estoy en la moda…

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