Translate

lunes, 18 de mayo de 2015

FUERA DE SERVICIO... ¿LO VES?


Nos GUSTA querer, pero a nuestra manera.
Crecemos QUERIENDO ser lo que vemos y cuando ya hemos crecido y "somos" nos damos cuenta de que no era ese nuestro deseo.
Solemos VER como monstruos a los que nos educan para más tarde, de educadores, reencarnar sus hieles más estrictas.
Y juzgamos al MONSTRUO que nos ataca a pesar de dar de comer nuestra monstruosidad consciente y constantemente.
Pecamos de ATACAR a quien nos ama por saber de su guardia baja y su clemencia.
AMAMOS a tal escala que la humillación, la vejación o la indiferencia a veces parece pura motivación.
Erramos a menudo al HUMILLAR para abrir el camino a la seguridad en uno mismo, siendo la propia causa de nuestro bloqueo.
Y nos ABRIMOS a los desconocidos cuando no cruzamos palabra con quien nos convive.
Por tanto, DESCONOCEMOS nuestro propio interior desatando de forma mecánica un tropiezo tras otro, hasta avergonzarnos a nosotros mismos.
Hasta DESATAR lo poco que nos ensombrece, lo mucho que nos asusta y lo horrible que nos define.
Así es la mitad de lo que somos. GUSTAMOS de QUERER vivir para VER como el MONSTRUO interior ATACA al AMOR que nos HUMILLA por no ABRIR la puerta al DESCONOCIDO que somos, y eso nos DESATA.
Nos enquista.
Nos demuestra lo poco que nos queremos, lo fácil que nos juzgamos, lo absurdo que nos hacemos sentir cuando realmente percibimos que, en realidad, no nos conocemos. Y crecemos como personas incompletas, escacharradas, fumigando equivocados a todo el que nos rodea con nuestros pensamientos pestilentes. Con la prisa de nunca pararse a pensar que se hace, pero perdiendo el tiempo en pensar lo que no se hace. Acariciando con las uñas afiladas. Enseñando lo poco que se gana y escondiendo lo mucho que se pierde.
Sedientos de honestidad.
Ciegos de los besos que por orgullo "gripan" los corazones y oscurecen las miradas. Y muy acostumbrados a amputar para después usar las prótesis que ayudan a olvidar. Eso es, olvidar. Sobre todo lo que fuimos y lo que fueron con nosotros, a olvidar la cantidad de peldaños que subimos y nos ayudaron a subir. A olvidar la inocencia que una vez nos hizo puros y capaces de allanar el verdadero camino que hemos perdido.
Porque somos y existimos, aunque muchas veces parezca que un cactus tenga más vida que muchos de nosotros...
Y debemos congelar el momento de sentir, de sonreír, de partir la caja torácica para dejarnos acariciar el corazón, y de buscar la luz que un día nuestra energía creó y parece estar drogada de desidia y con los fusibles torrados.
Tenemos el don de crear momentos irrepetibles, de producir felicidad, de ayudar a edulcorar las lágrimas, a desafiar a la piel a ponerse de gallina cuando se ahoga de emoción. A amar con libertad, a volar con nuestras ideas y proyectos, a dar sentido a vivir. 
A comunicarse con abrazos, con apoyo, con el amor que está preso y en desuso, a contagiarnos de lo bueno y ensordecer lo malo. A no provocar al karma. Y a no hacer más popular a los tiestos que esperan impacientes en las cornisas para aleccionar a todos con un final inesperado, con su "y ya está" tarde de remediar.
Cuando te quejes en un atasco, aprovecha y aqueja el atasco que no te deja ver.
Cuando enfurezcas con alguien, mira si tu vara de medir no te ha calibrado.
Cuando no sepas por qué vivir, sal y vive. Todo lo demás, son guarniciones insípidas para remover con el tenedor y dejar en el plato.


#quebelloesvivircuandosimplementesevive
#lasangresecoagulacuandoelcorazónseplastifica
#unasonrisaesmasefectivaqueunibuprofeno
#siquieresdarunabrazoyaestastardandoperonomareeslaperdiz





No hay comentarios:

Publicar un comentario