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domingo, 24 de noviembre de 2013

DRIVER.




Estando dormida espera, latente fiera que descansa para despertar y salir...

Magia en conexión al girar el bombín, chasqueando el nacimiento de otra quema de combustible. Contacto.

Lanzando un rugido de boca llena que despiertan los poros del chasis. Alineando, comprobando, todo para cambiar a operativo cuanto antes. Con la mano en marcha, predispuesta a marcar eficiente, ansiosa en inaugurar el baile de embrague y acelerador.



Pidiendo la voz, las ruedas cogen inercia y comienza una adherencia difícil de quebrar. Encaminando a su hábitat natural: la carretera.

Después de calentar la milla de rigor se desboca la revolución. Curvas en centésimas, rasgando en rotor ese choque metálico, como rodillas en sprint. Turbina al rojo, luminiscente, haciendo nacer vapor inflamable asustando al fluido.


Y los componentes cardiacos recorriendo tuberías, hirviendo líquido inflamable de sangre mecánica. Como capitán de ventrículo, exprimiendo ese corazón de acero.

Zarpazo plástico desgastando goma, apretando sus garras esféricas. Con empeine estirado ronronea en tu pie, dejando salir furia desbocada. La pérdida de tracción te provoca a pisar mas, luchando por quien gana el control.


Control de visión a la dimensión acelerada, más rápida la pupila que acapara todo el cristal frontal. Puesta en guardia con póker de sentidos para burlarte de los segundos que te siguen con la lengua fuera.

La velocidad inhalada no se asocia con el contador, sientes peligro de combustión llegando al vértigo y olvidando lo que fue una vez el límite. 


De aquí en adelante, no habrá vías de asfalto suficientes para saciar su apetito. Solo tu voluntad podrá detener tal suicidio honorífico agotando cada galón de gasolina. Sin poder parar de engullir la línea continua hasta que deja de tener destino. Deslizándose por las arterias de alquitrán, en la inercia del puro placer de la conducción y dejándose arrastrar por los
caminos a ningún lugar.

Perdiendo el rumbo a expensas de jugar para volver a encontrarlo. Fundiéndote en su mecánica para correr con el kilómetro. Emblanqueciendo los nudillos para volar un poco más…
  





 


 

4 comentarios:

  1. He podido sentir el pacer de la conduccion a gran velocidad en mi cara, que descripciones, que agilidad.....Me pareces un auténtico artista!!

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    1. Es ese punto de velocidad que te emociona...que da libertad. Gracias wapa!!!

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  2. Enhorabuena por la conducción tan difícil y lograr llegar con tus aceleradas palabras hasta la meta.

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  3. gracias siempre Toni. Es el gustillo de conducir...

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